jueves, 2 de abril de 2009

Las mujeres infieles


Acabo de leer una antología de cuentos sobre mujeres infieles.

A los que aman con pasión irrefrenable a veces les pagan con el engaño, la mentira, el miedo, la tendencia a buscar en otro lo que puede encontrarse en el engañado, conforman esta antología de nueve relatos agrupados bajo el título de “Cuentos de mujeres infieles”. La infidelidad se trata desde la perspectiva interior de los individuos, con enfoques psicológicos que penetran en el alma de los protagonistas y los sume en crisis anímicas sin salida. Todos los cuentos plantean esa visión del engaño femenino, en ocasiones de una manera muy cruel, como ocurre con “En provincia”, del chileno Augusto D’Halmar, historia de un hombre anónimo de un pueblo perdido. El problema de la paternidad adquiere aquí una dimensión trágica. O con “Miedo”, de Stefan Zweig, profundo conocedor del mundo íntimo y hábil analista de las conductas impropias. Este relato posee una maestría similar a la de una de sus mejores novelas, “La piedad peligrosa”, la protagonista se envuelve en su propia telaraña y recibe el más impensado de los castigos.
Completan la antología, obras de Benedetti, Maugham, Wharton, Machado de Assis. Especial mención merecen los maestros del género: Anton Chejov, con su bello y conocido relato “La dama del perrito”; Guy de Maupassant, con “¿Fue un sueño?” y Alphonse Daudet, con “La embustera”. El lector de enfrentará a tres cuentos breves evocadores y sugerentes.
El amor puede ser algo parecido a una maldición cuando la consecuencia es el engaño. “Cuán extraño es ver un solo ser en el mundo, un solo pensamiento en el cerebro, un solo deseo en el corazón y un solo nombre en los labios...un nombre que asciende continuamente, como el agua de un manantial, desde las profundidades del alma hasta los labios, un nombre que se repite una y otra vez, que se susurra incesamente, en todas partes, como una plegaria”. Y a veces, ese singular personaje recibe como respuesta el horror de la mentira.